Se usa cuando alguien se enoja de verdad, pero de verdad, y se vuelve un pequeño huracán humano que reclama, grita y hasta da portazos. No es solo molestarse, es perder la paciencia y desatar toda la rabia acumulada. Muy salvadoreño, muy dramático y, visto desde fuera, a veces hasta tiene su gracia.
"Vos, cuando a la Marta le dijeron que habían borrado el trabajo de la compu, se echó la furia, tiró la silla, regañó a medio mundo y hasta el jefe se quedó calladito."