Se usa cuando alguien empieza a soltar halagos, promesas bonitas o a ponerse meloso para conseguir algo. Es como endulzar la situación para que el otro afloje, firme, preste plata o haga el favor. No siempre es mala vibra, pero se nota que hay interés detrás. Y hay que admitir que a veces funciona demasiado bien.

"Deje de echarle azúcar al café al jefe, que ya todos sabemos que lo que quiere es que le den más días libres pa’ irse a tomar guaro al pueblo."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!