Se usa para hablar de salir a tomar algo al aire libre, normalmente vino del bueno, en las terrazas de los bares cuando hace un tiempo que da gloria. No es solo beber, es el ritual de sentarse, rajar de la vida con la cuadrilla y dejar que las horas se escapen despacito. Y oye, tiene su magia.
"Tía, salgo del curro a las ocho, nos juntamos en el Espolón a echar un trago en terraza y a ver si se alarga la cosa hasta los pinchos por la Laurel"