Se usa para hablar de echarse una siesta corta en la tarde, sobre todo cuando el calor está pegando duro y el cuerpo pide apagarse un ratico. Es como desconectarse un momento para recargar pilas y no andar todo amuermado el resto del día. La verdad es que un buen fresquito a tiempo te salva la jornada.
"Hermano, con este solón no rindo nada, voy a echar un fresquito un ratico y luego sigo con ese trabajito que me tienes montado"