Frase que significa echarse una siesta rápida pero poderosa, esa que resuelve en plena tarde sin dejar el pijazo de sueño.
"Mae, después del almuerzo me voy a echar tijera antes de seguir breteando."
En el Estado de México se usa para decir que alguien se echa una siesta rápida y medio clandestina en horas de chamba o de clase, aprovechando que nadie lo está pelando. Es como dormirse a escondidas para recargar pilas sin que el jefe o el profe se enteren. Y la neta, a veces sí se antoja.
"Güey, el profe se clavó explicando la Revolución y el Toño se fue hasta atrás del salón a echar tijera bien a gusto, roncando leve y todo, y ni cuenta se dieron."