En Durango se usa para quejarse de que hay que levantarse en plena madrugada, casi a la hora en que cantan los gallos. Es como decir que te van a sacar de la cama a deshoras para ir a la chamba, con sueño pegado y cara de zombie. Suena chistoso, pero madrugar así no se lo deseas ni a tu peor enemigo.
"Ayer me desvelé viendo la serie y ahora me toca echar gallos para ir a la chamba, voy a llegar con los ojos más rojos que semáforo descompuesto."