Apodo cariñoso y medio burlón para el compa que nunca está quieto y siempre anda rolando sin rumbo claro. Es como decir que va por la vida dando vueltas como granjero buscando vacas invisibles, pero bien tranquilo. No es insulto fuerte, más bien una carrilla suave que hasta suena tierna y chistosa.
"Mira al Julián, bien granjero andariego, ya dio tres vueltas a la cuadra y ni él sabe si va por las chelas, por la novia o nomás a ver qué se encuentra."