Se usa cuando alguien se manda una historia tan exagerada que parece milagro, o mete una excusa piadosa medio inventada para zafar. Es como decir que está adornando todo con fe de más, tirando humo y un poco de chamuyo. No siempre es mala onda, a veces hasta da risa lo mucho que echa el santo.

"No me vengás con que el profe te aprobó porque se iluminó el aula, dejate de joder, estás echando el santo mal, chango."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!