Se usa en Delta Amacuro para hablar de alguien que es bien pana, dulce y atento, pero con su picardía a flor de piel. Es esa persona que te cae demasiado bien, te endulza el día y al mismo tiempo sabes que viene con truco, como un dulce de leche que provoca repetir aunque engorde. Y hay que admitir que la imagen es brutal.
"Muchacha, cuidado con ese chamo, que es un dulcito de leche 'pelao': te habla bonito, te trae cafecito y cuando vienes a ver ya estás toda embobada con sus cuentos de pescador del Orinoco."