Se usa para describir la acción de continuar la ronda de empanadas y vino, aunque ya estés lleno. ¡Porque en Salta, un buen pique no se abandona jamás!
"Cuando le dije a Carlitos que ya estaba lleno, me miró serio y sentenció: '¡Acá no se abandona! Tenés que doblar el pique o conseguite otros amigos'."