Cuando alguien está más bravo que un león al que le pisan la cola, se dice que está 'quillao', es decir, enojado con la furia de mil truenos.
"Oye, ten cuidao con Juan, que está quillao porque no le invitaron a la fiesta."
Se usa cuando alguien está bien quillao, o sea, con un pique del carajo, lleno de rabia y frustración, como a punto de explotar por cualquier cosa. No es solo estar de mal humor, es estar cruzado todo el día, hablando cortante y con cara de pocos amigos. Y hay que admitir que a veces da risa verlo desde lejos.
"Loco, ni le hables a Carlos, que está quillao desde que se enteró que le rayaron el carro nuevo en el colmado."