Expresión muy vallecaucana para decirle a alguien que deje la pereza, que no se haga el loco y se ponga a hacer lo que le toca. Sirve tanto para el que está tirado sin hacer nada como para el que se hace el desentendido. Es medio regaño, medio recocha, y la verdad es que suena sabroso.
"Oe, deja la tumbadera, vení pues y ayudame a envolver estos tamales que la Navidad no se va a hacer sola"