Se usa cuando alguien insiste en algo que ya no da para más, como seguir exprimiendo un mango que ya está seco. Es perder tiempo, energía y hasta dignidad en un asunto que no va a cambiar por mucho que le metas mano. Es una forma bien piurana de decir que ya fue, que suelte el tema de una vez.
"Oye, ya deja de insistirle a tu ex, causa, estás dándole rabia al mango, mejor sal a la calle, cómprate un cevichito y renueva la vida."