Expresión oaxaqueña que se usa cuando alguien se te queda viendo fijamente, como ido, sin decir ni hacer nada, casi como si esperara una revelación divina o estuviera en la luna. Es esa mirada perdida que incomoda un poco y a la vez da risa, porque parece que la persona está en modo estatua viviente total.
"Le reclamé al mesero que mi tlayuda llevaba una hora y el vato nomás me dio el vano, se quedó todo tieso viéndome, y luego se fue como si los frijoles se fueran a servir solos por arte de magia."