Expresión coloquial usada cuando toca cumplir con una obligación pesada, seria o ineludible, aunque no tengas ni media gana. Es como decir que hay que hacer lo que toca, sí o sí, pero con un sabor bien criollo y medio cómico. Suena a resignación divertida, como quien va refunfuñando pero igual se arregla y sale.
"Mija, yo quería quedarme viendo la novela, pero me tocó cumplirme el pan de agua e ir a la reunión de condominio con esos vecinos fastidiosos."