Expresión súper cursi y tierna para hablar de la persona que te trae babeando, la que te derrite el alma como nieve de garrafa bajo el solazo colimeño. Es una forma juguetona de decir que alguien es tu amorcito máximo, tu debilidad total, aunque a veces suene tan empalagoso que hasta da risa.
"No me juzgues, güey, pero ese morro es mi corazón de melón, nomás me ve con esos ojitos y se me olvida hasta pagar la tanda."
Usado para referirse a alguien que es pura ternura pero, por dentro, sus intenciones son menos dulces de lo que aparentan, como una fruta con saborcito inesperado.
"Ayer Lia hizo que lleváramos todos los petaques al cumple y luego ella se borró... menuda corazón de melón está hecha."