Se usa cuando alguien está sudando a lo bestia por el calor, tanto que parece que se está derritiendo y queda todo empapado. Es muy típica en sitios donde el sol pega sin piedad y uno termina chorreando. Es una forma exagerada y graciosa de quejarse del bochorno, y la verdad es que describe la sensación bastante bien.
"Pana, fui a jugar fútbol a las tres de la tarde en Cabudare y a los diez minutos ya estaba convertido en una sopa, la franela parecía que la había metido en una batea."