Decir que alguien está color de oro es decir que anda en modo flojera legendaria, casi pegado al sillón. Es como una poesía del desgano, muy de cuando el cuerpo no responde y la motivación se fue a comprar pan y no volvió. Suena bonito, pero en verdad es puro homenaje a la pereza máxima.
"Loco, el Seba lleva tres días en buzo, comiendo marraqueta con queso y viendo repeticiones de teleseries, no ha salido ni a la esquina, está pero color de oro mal."