Se usa para decir que alguien no ve un carajo, ya sea porque tiene mala vista o porque no se da cuenta de lo más obvio que tiene delante. Es como decir que anda perdido, despistado o que no capta nada de lo que pasa a su alrededor. Y sí, pobre topo, siempre pagando los platos rotos.
"Hermano, si te paras otra vez en la parada equivocada del bus, te juro que estás ciego como un topo, ni con letrero luminoso ves nada."