En Cantabria se usa para llamar en plan medio cariñoso medio vacilón a alguien que va de sobrado, que presume más que un pavo real sacando pecho. Es ese colega que siempre tiene que destacar, aunque sea enseñando las zapatillas nuevas del mercadillo. No es un insulto grave, pero lleva su toque de guasa y un poco de mala leche juguetona.
"Tú mira al pechuga del Evaristo, que se ha comprao otro coche rojo chillón pa que lo vea hasta el del bar de la esquina cuando saca la basura"