Se usa para hablar de un pibe que es un personaje total, medio diablillo pero con mucha chispa. No es malo, solo que vive armando quilombitos divertidos y siempre se las ingenia para sorprender. Es ese nene que te hace renegar pero al mismo tiempo te mata de risa. Y hay que admitir que esos pibes le ponen onda al día.
"Ese churrigota del barrio le ató los cordones entre sí al director en el acto patrio y cuando el tipo casi se cae todos se cagaron de risa, hasta la seño."