Se usa para hablar de una salida a beber con los panas, normalmente fuerte y sin mucho control, donde la idea es vacilar, tomar hasta que el cuerpo diga basta y armar relajo. Suele implicar rumba larga, risas, música a todo volumen y anécdotas que al día siguiente casi nadie recuerda completas, pero igual se siguen contando.
"Pana, el viernes hay cobro, así que vamos armando la chupata porque quiero terminar bailando salsa en la plaza con un vaso de ron en cada mano."
Tener una tarde de chismes intensos mientras se bebe sangría, pasando más tiempo hablando que bebiendo.
"Vente pa' mi casa esta tarde, hacemos una chupata que tengo unos chismes jugosos y sangría fresca."
Una visita extendida al kiosco del barrio, en la que la charla con el dueño se alarga tanto como las ganas de comprar golosinas y bebidas.
"Juanito va a echarse una chupata cada tarde al kiosco de Don Pedro y vuelve con la mitología completa del vecindario y una bolsa de caramelos."