En Tenerife chiquillada se usa para hablar del ruido alegre y algo escandaloso que monta un grupo de pibes cuando están de vacilón. Es esa mezcla de risas, gritos, chistes internos y cachondeo que se escucha desde la otra punta del barrio. A veces molesta, pero también tiene su punto entrañable, suena a infancia desatada.
"Pibe, anoche en la plaza de Montaña Roja había una chiquillada tan bruta que pensé que estaban rodando un concierto de reguetón con coro de cabros desatados"