En Nicaragua se usa para hablar de un niño travieso, inquieto, que siempre anda inventando diabluras y metiéndose en líos pequeños pero constantes. No es mala onda, más bien es ese crío que no se está quieto nunca y te tiene con el corazón en la boca. Y hay que admitir que a veces sus ocurrencias dan bastante risa.
"Ese chavalero del barrio amarró los zapatos de todos en la cuadra y después salió corriendo muerto de risa cuando la gente casi se va de trompa."
Persona joven, especialmente un niño o adolescente que anda siempre en sus loqueras y travesuras.
"Ese chavalero se la pasa jugando pelota todos los días en el barrio, no hay quien lo pare."