Expresión bien santiagueña para hablar con cariño de una persona mayor que sigue con pilas, picardía y ganas de joda como si fuera un pibe. No es un insulto, más bien una mezcla de respeto y chiste, como decir que el abuelo está jubilado pero el cuerpo y la cabeza todavía no se enteraron.
"Mirá al changuito viejo del abuelo Ramón, se clava tres empanadas, se toma la mistela y después se manda una chacarera que deja a los pibes mirando desde la silla."