Una auténtica chapuza, desorden o desastre monumental que te hace mirar al cielo y suspirar profundamente. Algo así como cuando dejas caer los huevos en la cocina y decides que es mejor llamar a limpieza.
"Después de la fiesta el salón era tal chandrío que parecía el campo de batalla épico entre orcos y elfos."
Palabra muy usada para hablar de un desastre gordo, un caos tremendo y bastante cómico, como si alguien hubiera tirado una bomba de desorden y se hubiera quedado tan ancho. Sirve para líos en casa, en el curro o en la vida en general, y suena menos dramático que tragedia total, por eso tiene su puntito simpático.
"Tía, entras a mi cuarto y parece un chandrío, hay ropa por el suelo, apuntes en la cama, tres tazas de café frío y ni se ve la silla del escritorio."