Se usa para decir que te vas a clavar un tereré bien frío y quedarte pegado a él, como si fuera tu pareja oficial del día. Es más que solo tomar, es instalarse con el termo, el hielo y la jarra, sin ganas de moverse a ningún lado. Ideal para esos calores brutales donde el asfalto parece derretirse.
"Está pegando un calorón de la gran siete, así que me voy a casar un tereré en la vereda con los pibes y no me mueve ni la suegra con pastelitos calientes."