Se dice cuando una pareja decide casarse a toda carrera, sin pensarlo mucho y casi sin avisar, como quien se monta en una feria y ya no se puede bajar. Es muy típica del Táchira y suele usarse con tono de chisme, medio burla medio sorpresa. Y hay que admitir que la frase suena tan rara que hasta provoca reírse.
"Marica, esos dos se casaron como los popes, ayer estaban echando cuento en la plaza y hoy ya tienen fotos con torta, mariachi y hasta tía llorando en Facebook."