Expresión costeña para hablar de una mentira descarada o un cuento inflado hasta el absurdo. Es cuando alguien se pone creativo y arma una historia tan exagerada que ni de niño te la creerías. Sirve para bajarle el humo al cuentero de turno, y la verdad es que suena tan sabrosa que provoca usarla a cada rato.
"Hermano, deja los cachos doce, que todos sabemos que tú no viajaste en yate con Shakira sino en mototaxi con el primo de tu vecino"