Forma cariñosa y medio burlona de llamar a alguien que se está haciendo el tierno, el lindo o el inocente para conseguir algo. Se usa cuando la persona exagera las muecas de ternura o se pone en plan dramático para dar lástima. Suena dulce, pero lleva su toque de recocha y vacile costeño, que siempre entra suavecito.
"Mira a ese bonitico, mandándole notas de voz melosas a la ex, todo sufrido, y anoche estaba rumbiando en Taganga hasta las seis de la mañana."