En Tacna, decir que alguien está 'azucarada' es una manera indirecta y simpática de sugerir que esa persona está contando una historia demasiado adornada o exagerada.
"¡Deja de estar tan azucarada, nadie se cree que te encontraste al presidente en el mercado!"
En Salta se dice que una persona está azucarada cuando es tan dulce, amable y simpática que ya roza lo empalagoso y te empieza a oler raro. Es esa gente que te habla con voz suave, te tira flores todo el tiempo y uno piensa que algo quiere. Es como dulzura con sospecha incluida, muy de trato exageradamente cordial.
"La vecina esa viene toda azucarada con sus empanaditas y el chisme fresco, pero ni loca le cuento nada porque seguro después lo sabe hasta el colectivero."