En Barinas se usa para cuando uno se queda pegado a algo y no logra zafarse, ya sea una conversación ladilla, una novela, un chisme o un plan aburridísimo. Es como quedar atrapado sin remedio, medio por flojera y medio por costumbre. Y hay que admitir que describe perfecto esas pegadas eternas frente al televisor.
"Me ataparré viendo novelas con mi mamá, se fue la luz, volvió, y yo seguía ahí pegado en el sofá como chicle en la acera."