Frase muy colimense para decir que alguien está haciendo un esfuerzo brutal, dándolo todo aunque ya no pueda más. Es como cuando la vida te trae broncas por todos lados y tú sigues aferrado, sudando la gota gorda. Suena chistoso, pero cuando te toca apretar la guayaba de verdad no tiene nada de gracioso.
"Se me juntó la chamba, se descompuso la compu y el jefe quería todo para ayer, así que me tocó apretar la guayaba toda la noche con café bien cargado y ojeras nivel zombie."