Se usa para decirle a alguien que le meta más energía, alegría o descaro a lo que está haciendo, como subirle el picante a la situación. Es ese grito de ánimo que te sueltan para que te vengas arriba sin miedo y lo des todo, aunque parezca que te estás pasando un pelín de la raya, pero con arte.
"Quillo, esta noche en la feria échale guindas al cuerpo, que pareces un alma en pena y hemos venío a liarla fina, no a contar estampitas."