Se usa cuando traes el cuerpo hecho trizas, ya sea por desvelada, por una friega tremenda en el trabajo o por andar de valiente jugando cascaritas sin condición. Es como decir que estás bien cansado y adolorido, casi arrastrando los pies. Suena fuerte, pero en el día a día se usa con bastante humor y resignación.
"No manches, ayer me aventé la reta, luego la peda y hoy ando todo madreado, hasta para ir al baño tengo que agarrarme de la pared"