Se usa para decir que alguien está bien cansado, agotado a más no poder, como si trajera el cuerpo hecho de plomo y cada paso pesara un chingo. Es muy de la banda que curra duro o se desvela seguido. No suena dramático, más bien es queja con resignación y un poco de humor, porque en México hasta el cansancio se platica con estilo.
"No manches, compa, con la desvelada, la chamba en el campo y todavía aguantar la banda en la plaza, ya ando bien plomo, nomás quiero tirarme en la hamaca con una coca bien fría y que el mundo ruede."