Estar despistado o fuera de sí, como si te hubieran cubierto con polvo de despiste y no lograras encontrar tu enfoque.
"¡No manches, compa! Hoy ando tan empanado que saludé a la pared pensando que era mi primo. ¡Qué oso!"
Se usa para describir a alguien que está en las nubes o medio despistado, como si tuviera la cabeza llena de harina.
"Ayer Juanito andaba tan empanado que saludó a un maniquí en el centro comercial pensando que era su profe. ¡Vaya despiste!"