Se usa para hablar del político que anda en campaña buscando chamba, pidiendo apoyo y prometiendo el cielo, la luna y hasta el wifi gratis. La idea es que anda tras el hueso, o sea, tras el puesto y el dinero. Suele implicar que promete mucho y luego no cumple nada, como buen político profesional.
"Mira al licenciado, otra vez anda de hueso, repartiendo playeras y tortas, pero cuando gana ni se vuelve a parar por la colonia."