Se usa cuando alguien anda enfiestado a lo bestia, bien prendido, sin frenos y con la pila hasta arriba. Es como decir que la fiesta está en su punto máximo y nadie está pensando en irse a dormir. Suena a noche larga, música fuerte y cero ganas de bajarle al desmadre, lo cual tiene su encanto peligroso.

"Nos fuimos a la playa de San Blas y desde que cayó el sol andábamos a todo punto, con banda en vivo, caguamas bien frías y los vecinos ya mentándonos la madre por el ruido."

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