Se usa cuando alguien anda medio perdido, colgado o haciendo cualquier cosa menos lo que tiene que hacer, como si se hubiera metido en un maizal y no encontrara la salida. Es muy pampeana, muy de campo, y tiene ese tonito cariñoso de burla que te saca una sonrisa aunque estés re embolado.
"Eh, che, dejá de andar a los maíces mirando pajaritos y vení de una vez a ayudar con el asado que se nos quema todo, loco."