Se usa cuando alguien va por la vida sin plan fijo, improvisando y viendo qué se va dando en el camino. Es como decir que uno no se complica, que va cachando la onda sobre la marcha y se adapta a lo que aparezca. Muy de salir relajado, sin itinerario ni agenda, y dejar que el día se arme solo, lo que igual tiene su encanto.
"Mi hermana quería hacer itinerario con horarios y yo le dije que no, que mejor andemos a lo que veamos por la costa del Biobío y si pinta playa, completo o carrete, ahí vemos qué hacemos."