Expresión simpática para decirle a alguien que te deje en paz o que se ocupe de sus propios asuntos. Es común escucharla de los abuelos cuando ya no quieren más vueltas.
"¿Otra vez preguntando por qué no me gusta el mate? ¡Andá a freír churros, che!"
Expresión bien argentina para mandar a alguien bien lejos cuando está molestando, diciendo pavadas o insistiendo con algo que ya cansó. Es como decir que se vaya a hacer algo inútil, preferentemente en un lugar frío y poco agradable. Suena graciosa, pero lleva su buena dosis de fastidio y conviene usarla con confianza.
"En plena nevada, el vecino me pidió que le cuide al perro, al gato y hasta al loro todo el finde, y yo le dije andá a freír churros, hermano, ni que fuera guardería animal."