En el Biobío se usa para decir que alguien se pone atento de golpe, medio nervioso y con todos los sentidos prendidos por algo inesperado. Es como pasar de estar piola a modo alarma en un segundo, ya sea porque viene la micro, aparece el profe o se arma cualquier cahuín. Y hay que admitir que suena bien dramático.
"Iba caminando más relajado que poto de guagua y cuando caché que la micro venía doblando la esquina me alerteé al tiro y salí corriendo como si regalaran completos."