Expresión moqueguana que se usa cuando alguien mete chisme, comentario picante o bomba de información en una reunión y deja a todo el mundo alborotado. Es como prenderle fuego al ambiente con puro salseo. No siempre es mala onda, pero sí es de esas cosas que hacen que la gente deje lo que hace y se ponga a rajar a gusto.
"Estábamos tranqui tomando chela en la esquina y viene la Rosa a agitar la guinea con el chisme del profe, y de ahí ya nadie quiso jugar fulbito, todos se quedaron pegados escuchando el cahuín."