Se usa para describir a alguien que va súper abrigado, lleno de chamarras, sudaderas y bufandas, como si se fuera a ir a la nieve. En Colima suena todavía más chistoso porque casi siempre hace calorón, así que se dice medio en burla cariñosa. Es como decir que la persona parece tamal envuelto o que le tiene pavor al vientecito.
"Yaquita, ¿por qué andas tan achocado con chamarra y bufanda si estamos a treinta y cinco grados y el sol pegando como si fuera horno?"