Expresión muy usada para soltar una admiración bien sentida cuando algo te deja loco de la sorpresa, casi siempre porque es muy bueno, muy exagerado o simplemente inesperado. Es como un grito de asombro costeño, con sabor a brisa caliente y arena en las chanclas. Y la verdad, suena tan sabroso que provoca decirlo aunque no pase nada.
"Cuando vio a la vecina bajarse del carro nuevo, con gafas oscuras y todo el flow, el man se quedó frío y solo alcanzó a soltar: Yopalé, vecina, ahora sí se nos puso fina la cosa en el barrio"