Se dice cuando alguien ya tiene yerba encima y está listo para cebar mate en cualquier lado, como buen misionero precavido. Es como ir con el termo cargado en el alma. La idea es que no importa dónde caigas, siempre hay mate posible. Y la verdad, es casi un requisito para sobrevivir por allá.
"Che, caete a la costanera nomás, que yo ya tengo yerba a bordo, termo cargado y hasta bizcochitos, hoy mateamos hasta que se esconda el sol."