Verbo usado en Trujillo para hablar de confiar o apostar fuerte por algo o alguien sin tener mucha seguridad de que salga bien. Es como lanzarse de cabeza pensando que todo va a funcionar, pero con el corazón en la boca. Se usa mucho cuando uno se la juega por un negocio, un amigo o una decisión medio kamikaze.
"He yarado en ese emprendimiento del barrio, causa, he metido toda mi grati ahí, ojalá no termine vendiendo caramelos en el micro por bruto."