Se dice cuando alguien vive con todos los caprichos, sin currar mucho y sin comerse una preocupación. Es como tener la nevera llena, la cuenta del banco alegre y tiempo de sobra para el disfrute. En La Rioja suena todavía mejor, porque te lo imaginas entre viñas, tapeo y siestas eternas. Y oye, quién no querría vivir así.
"Desde que a la tía Mari le tocó un buen pellizco en la lotería, vive a cuerpo de rey en el pueblo, entre chuletillas al sarmiento, vinito rico y sin madrugar ni para vendimias."