En Tucumán se usa para hablar del vino barato de marca Toro, clásico de juntadas, previas y carnavales. Es ese tinto que te hace sentir valiente, bailarín y poeta por unas horas, pero al otro día te deja destruido en la cama. Es medio veneno, medio tradición, y todos saben que es fulero pero igual se lo toman.
"Che loco, anoche entre el fernet y el Vino Toro terminé cantando carnavalitos arriba de la mesa, y hoy no me levanta ni el mate cocido de la abuela."